Robo a ferrocarril: saquean vagón con equipo de cómputo en Arteaga, Michoacán
Una operación delincuencial de alto impacto se registró sobre la línea de la empresa Canadian Pacific Kansas City (KCS) en el municipio de Arteaga, Michoacán, donde sujetos armados detuvieron un tren de carga y vaciaron al menos seis vagones que transportaban cerca de 400 cajas con equipo de cómputo y otros aparatos electrónicos.
El modus operandi
Según los reportes de la Fiscalía General de la República (FGR) y fuerzas federales, los delincuentes detuvieron el convoy en las inmediaciones de la localidad de La Vinata, al sur de Arteaga, mediante señalamientos en la vía, bloqueos con objetos y apoderamiento de los vagones.
Una vez inmovilizado el tren, vaciaron los carros contenedores y se llevaron aproximadamente 401 cajas rotuladas con una reconocida marca de tecnología.
No se han reportado aún detenciones, y las autoridades han iniciado una carpeta de investigación para dar con los responsables. (mizitacuaro.com)
Impacto en la cadena logística y rutas terrestres
Este tipo de robo no solo afecta al ferrocarril, sino que repercute en toda la cadena de transporte de carga:
- La mercancía robada estaba en ruta hacia exportación o distribución nacional; su pérdida obliga a buscar reemplazo, generando costos adicionales que luego pueden trasladarse al transporte terrestre.
- Las rutas ferroviarias como la de Lázaro Cárdenas hacia el norte atraviesan zonas donde los transportistas de carretera también operan: la percepción de inseguridad se extiende a flotas de camiones que acaten traslado desde o hacia puerto y frontera.
- Operadores de autotransporte que colaboran con logística intermodal pueden verse afectados con entregas tardías, necesidad de desvíos o cambio de modo (tren a vía terrestre).
Qué pueden hacer los transportistas terrestres
- Evitar trayectos en zonas de alta incidencia como Arteaga–La Vinata, especialmente si recolectan carga desde el ferrocarril.
- Exigir visibilidad del estado de la mercancía cuando ésta proviene de tren: verificar ruta, tiempo estimado, quién realiza el traslado posterior al ferrocarril.
- Aumentar protocolos de seguridad en la última milla: mayor supervisión, rutas menos vulnerables, mejor craneo de mercancía de alto valor.
- Negociar cláusulas de contingencia con cliente: ante riesgo elevado de robo, establecer qué sucede si el producto no llega o se demora.
- Monitorear alertas de la FGR y autoridades locales: inscribirse en redes de seguridad logística y compartir información de inteligencia operativa con gremios de transporte.
