
Nuevo León y Texas se alistan para echar a andar un proyecto ambicioso: una electro-ruta binacional de transporte de carga que conectará Monterrey con Laredo, con posibilidades de extensión hasta Dallas. Al frente está la empresa Green Space E-Mobility, en colaboración con el gobierno del estado mexicano.
Lo que propone
- Sería la primera ruta de carga eléctrica binacional de América, utilizando tractocamiones eléctricos de última generación y una red de estaciones de carga (electrolineras) estratégicamente distribuidas.
- La ruta original contempla salir de Laredo, Texas, cruzar por el puerto fronterizo Nuevo León-Laredo, y usar la vía de La Gloria-Colombia para llegar a Monterrey. Luego podría extenderse hacia Dallas.
- Windrose es la marca de los tractocamiones que se usarían; tienen autonomía de larga distancia, carga ultrarrápida, buen rendimiento, reducción de emisiones, costos operativos más bajos.
- Arrancarían con cinco unidades en noviembre, como fase inicial.
Ventajas que no se pueden ignorar
- Ambiental: reducción de emisiones contaminantes, menos dependencia de combustibles fósiles.
- Costos operativos: aunque la inversión inicial será alta, los beneficios en energía, mantenimiento y operación podrían compensar a mediano plazo.
- Logística y competitividad regional: unir Monterrey-Laredo-Dallas con transporte eléctrico puede dar ventaja competitiva a Nuevo León como corredor verde, atraer inversiones, empresas preocupadas por huella de carbono.
- Infraestructura estratégica: la colocación de electrolineras puede detonar servicios complementarios, empleos, construcción, todo el ecosistema alrededor de la movilidad eléctrica de carga.
Riesgos y obstáculos reales
- Alta inversión inicial: los costos de los tractocamiones eléctricos, las estaciones de carga ultrarrápida, mantenimiento especializado y capacitación.
- Energía y logística de suministro: asegurar que las electrolineras tengan energía confiable, suficiente, con precios competitivos.
- Regulación fronteriza: permisos cruzados, aduanas, estándares técnicos, homologaciones entre ambos lados de la frontera.
- Adopción del mercado: las empresas de transporte deberán convencer a clientes y socios de que esta modalidad eléctrica conviene, no solo por ecología, sino por costo, fiabilidad, tiempos de entrega.
- Viejas rutas vs nuevas rutas: hay riesgo de que rutas tradicionales o infraestructura existente se resientan si no se planea bien la integración y la transición.
Lo que conviene monitorear
- Cuánto costará para las empresas cambiar flota (o contratar eléctrico), y qué incentivos fiscales o subsidios ofrecerá el gobierno.
- Dónde se instalarán exactamente las electrolineras, y qué capacidad tendrán; cuántos kilómetros podrán recorrer los camiones entre estación y estación.
- Cómo se coordinarán los permisos internacionales; qué aduanas se usarán; qué tan fluido será el cruce fronterizo con vehículos eléctricos de carga.
- Qué tan rápido la tecnología (baterías, carga ultrarrápida) mejora; actualizaciones, obsolescencia, costos de mantenimiento y piezas.
La electro-ruta Nuevo León-Laredo/Dallas puede ser un parteaguas para el transporte de carga en México: si funciona bien, será el modelo de corredor verde logístico que muchas regiones querrán replicar. Pero no basta con decir “eléctrico”: hay que aterrizarlo con infraestructura, regulación clara y economía coherente para las empresas que cargan con los costos ahora.
La Electro-ruta Nuevo León–Texas demuestra que electrificar flotas ya no es el futuro, ¡es el presente! Menores costos, mayor competitividad y un transporte más limpio hacen que dar el paso a lo eléctrico sea la mejor decisión para las empresas de carga. Felicidades a Greenspace E-mobility y el Gobierno de Nuevo Leon!