Nuevo caso de discriminación de Volaris con pasajera con síndrome de down
Personal de la aerolínea Volaris —en el aeropuerto de Tijuana, Baja California— intentó evitar que una joven de 34 años, con síndrome de down, abordara el vuelo 812, con destino a la Ciudad de México.Los hechos ocurrieron el sábado 18 de julio, cuando la pasajera y su madre se presentaron en el mostrador y fueron atendidos por personal de esa aerolínea, quien les informó que la joven no podía viajar.
En respuesta, la madre solicitó que le mostrarán los lineamientos de la aerolínea y le indicara los motivos por los cuales no se podía abordar el avión. Al no encontrar ningún impedimento para que el viaje se llevara a cabo, los empleados permitieron que la joven abordara el vuelo; sin embargo, lo hizo sin contar con el acompañamiento de una sobrecargo, a pesar de que ya se había hecho el pago de 500 pesos para contar con ese servicio.
Ante la negativa de que una sobrecargo se hiciera cargo de la joven, uno de los pasajeros del mismo vuelo acordó con la madre estar al pendiente durante el viaje.
A través de redes sociales, Paola Casco acusó que la gerente de Volaris buscaba impedir que su hermana viajara debido a que sólo se podían subir “niños normales”.
Casco explicó que su hermana ha viajado en Volaris durante los últimos 10 años, siempre cubriendo la cuota para que personal de la aerolínea se responsabilice de ella hasta que llega a su destino; sin embargo, en esta ocasión, la gerente le dijo: “Pague los 500 pesos de menor pero nosotros no nos hacemos responsables de ella y si no hay nadie a tiempo esperando cuando aterricemos, ahí se la dejamos”.
Tras los hechos, la familia de la joven presentó una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Al exponer su postura sobre el caso, Volaris dijo que no se le impidió el vuelo a la joven. “La aerolínea se encuentra en proceso de contactar a la familia para averiguar qué fue lo que ocasionó el malestar. Volaris se disculpa por cualquier malentendido que haya originado este malestar“, señala un comunicado.
La joven a la que le querían impedir que abordara el vuelo ha ganado olimpiadas de atletismo, expuesto trabajos de cartonería en el teatro de la ciudad de Puebla, es pintora y estudio un diplomado de Arte impartido en la Universidad de las Américas, además de ser aficionada a la fotografía.
Actualmente, la joven es una de las principales bailarinas de la Academia internacional Studio Dance Ability de Tijuana, donde ha participado en diferentes eventos con el tema de la inclusión.
Volaris es la aerolínea con más quejas por discriminación, de acuerdo con un informe de presuntos actos de discriminación en aerolíneas realizado por el Conapred, el cual establece que esa aerolínea tiene seis quejas entre 2012 y 2015.
Tan sólo entre octubre de 2014 y junio de este año, Volaris obligó a dos pasajeros con discapacidad a registrar acompañante para transportarse y a uno más le negó el abordaje violando el procedimiento de la Dirección General de Aeronáutica Civil que establece el libre viaje sin importar el tipo de discapacidad.
Bajo el argumento de utilizar un “manual de operaciones que sigue las mejores prácticas a nivel internacional” en octubre de 2014 la aerolínea le impidió, en un inicio, el acceso a Víctor Esparza, psicólogo y escritor de 35 años quien se trasladaba de México a Guadalajara en silla de ruedas.
Otro caso ocurrió el pasado 10 de junio, cuando personal de Volaris obligó a la atleta paralímpica Yazmith Batáz a registrar a dos extraños como asistentes. “¿Cómo le vas a hacer para ir al baño? – le cuestionó una de las empleadas de la aerolínea a Batáz en el momento en que detuvieron su vuelo.
Tres días después de ese incidente, personal de la misma aerolínea impidió que Óscar Hurtado Von der Rosen, un joven de 25 años con síndrome de down, abordara el vuelo 755 de Mérida a la Ciudad de México.
Fuente Animal Político