Mercedes-Benz da marcha atrás a su auto eléctrico
El concepto del auto eléctrico ha crecido en popularidad y aceptación tanto entre las marcas como entre los consumidores. Tesla, de los más grandes pioneros de la tecnología, incluso está apostando por diferentes tipos de vehículos ante la mayor demanda. Grandes empresas, del tamaño de Nissan, están asegurándose que sus plantas estén listas para un mercado más grande en el futuro próximo. Varias compañías quieren dar opciones mucho más económicas.
Por otro lado, el mercado del auto eléctrico todavía es comparativamente minúsculo cuando se compara con su equivalente tradicional. De acuerdo con el EEI, en 2018 se vendieron unos 2.1 millones de modelos en todo el mundo. Pero según Best-Selling Cars, solo en los 54 más grandes mercados de consumo se distribuyeron 86 millones de autos ese mismo año. Según la IEA, será hasta 2030 que este mercado supere 44 millones de unidades en todo el mundo.
Así pues, es evidente que todavía falta mucho para lograr que el auto eléctrico se convierta en una alternativa viable a los autos convencionales a escala global. Sin embargo, hay muchas empresas que están apostando fuerte por este cambio. Hay compañías que han invertido bastante en reducir los precios de sus vehículos y multiplicar su oferta para que la gente pueda comprarlos con mayor facilidad. Pero otras marcas han puesto un alto súbito a las ambiciones.
De acuerdo con The Verge, una de las subsidiarias más influyentes de Daimler ha cambiado sus planes para su auto-eléctrico en masa. Mercedes-Benz anunció que retrasaría al menos un año el lanzamiento masivo del EQC, una SUV que estaba planeada para llegar a inicios de este 2020. Ahora, se espera que los consumidores solo puedan acceder a ella a partir de 2021. No se citó una razón para el cambio, más allá de decir que responde a una “decisión estratégica”.