La histórica empresa estadounidense de autotransporte Yellow Corporation, especializada en carga LTL (menos de camión completo), enfrenta uno de los colapsos más relevantes en la historia del transporte norteamericano. Aunque la compañía ha logrado recaudar cientos de millones de dólares mediante la subasta de sus activos, miles de sus exempleados aún siguen sin recibir los pagos que les corresponden por ley.
Ventas de activos: millones que no alcanzan
Tras declararse en bancarrota en agosto de 2023 y suspender operaciones apenas un mes antes, Yellow inició la liquidación de sus activos, que incluyó terminales, tractocamiones y remolques. El proceso concluyó con ingresos brutos por 236.4 millones de dólares, de los cuales 175.7 millones quedaron como ganancia neta luego de cubrir los costos relacionados con las subastas.
Estos fondos están siendo utilizados prioritariamente para saldar deudas con acreedores asegurados. Solo el remanente podrá destinarse a cubrir obligaciones con otros grupos, incluidos miles de empleados y proveedores con reclamaciones no garantizadas.
Exempleados: espera prolongada e incertidumbre
Los antiguos trabajadores de Yellow —incluyendo conductores, operadores y personal administrativo— reclaman pagos por vacaciones acumuladas, tiempo personal no utilizado, licencias médicas y comisiones. Aunque las leyes de quiebra priorizan estas deudas laborales hasta un monto aproximado de 15,150 dólares por persona, el proceso avanza lentamente y sin garantías claras.
Además, siguen pendientes múltiples demandas bajo la ley WARN, que obliga a las empresas a notificar con anticipación los despidos masivos. El sindicato Teamsters, que representa a buena parte de la plantilla despedida, mantiene activa una batalla legal para que estas indemnizaciones sean reconocidas y pagadas.
Fondos de pensiones, el obstáculo mayor
Otro frente legal que complica el desenlace es el relacionado con las pensiones. En una resolución previa, los tribunales determinaron que Yellow es responsable de cubrir pasivos multimillonarios con fondos de retiro para sus empleados. Esta obligación tiene prioridad legal sobre otras reclamaciones y reduce aún más las posibilidades de pago para empleados con deudas no garantizadas.
Sin calendario de pagos
Aunque se está trabajando en un plan conjunto de liquidación, este aún debe ser aprobado por la corte, lo que ha retrasado cualquier tipo de desembolso. El juez encargado del caso ha expresado dudas sobre cómo se están manejando los compromisos relacionados con las pensiones, lo que ha generado una pausa indefinida en el cronograma original de pagos.
A pesar de los esfuerzos del sindicato por acelerar la conciliación de reclamaciones contractuales, hasta ahora no existe una fecha confirmada para que los exempleados reciban su compensación.
Conclusión: una caída histórica, un cierre amargo
Fundada hace casi un siglo, Yellow Corporation fue durante décadas una piedra angular del transporte de carga en Estados Unidos. Su quiebra representa uno de los mayores colapsos de una empresa del sector en tiempos recientes. Aunque la venta de activos permitió recaudar una suma considerable, los compromisos financieros y legales heredados superan con creces lo recaudado.
Para miles de trabajadores, el cierre de Yellow no solo significó la pérdida de sus empleos, sino también una larga espera por una retribución justa que, a más de dos años de la bancarrota, aún parece lejana.
