Los camiones hechos en México ruedan con más peso… también con nuevos aranceles

La industria de vehículos pesados en México enfrenta un escenario doblemente complejo: por un lado, una ola de aranceles al acero y al aluminio desde Estados Unidos que presiona costos; por otro, la amenaza latente de que camiones importados a ese mercado norteamericano se enfrenten con tarifas del 25 % impulsadas por Donald Trump.
En ese contexto, los fabricantes mexicanos de camiones nuevos —como Kenworth, Freightliner e International— están reajustando sus cadenas de producción, absorbiendo costos, y preparándose para una competencia más apretada. El autotransporte de carga nacional debe estar atento: las unidades que se fabriquen hoy lo harán en un ambiente de menor margen y mayor exigencia.
El trasfondo político-comercial
La fuente de ansiedad para la industria es el constante vaivén de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos. Mientras exportadoras mexicanas enviaban miles de camiones al mercado estadounidense, Trump lanzó advertencias de imponer un arancel del 25 % a los camiones importados desde México. (Expansión)
Ahora, simultáneamente, EE. UU. ha subido al 50 % los aranceles sobre acero y aluminio desde marzo, lo que encarece la producción en México, considerando que muchas unidades pesadas tienen hasta 72 % de contenido estadounidense en piezas. (Expansión)
Este doble efecto —presión de insumos y riesgo de aranceles de exportación— obliga a la industria a repensar su competitividad. El mensaje para el autotransporte: las unidades nuevas mexicanas ya no operan en “tiempo de bonanza”, sino en un entorno de resistencia estratégica.
¿Qué significa para los transportistas de carga?
- Los fabricantes absorberán parte de los sobrecostos, pero es probable que en el mediano plazo los precios de los camiones nuevos suban. Si tu empresa planeaba renovar flota, el momento es ahora, antes de que los costos se trasladen.
- Las garantías, mantenimiento y valor de reventa podrían cambiar: en un entorno más caro de producción, los fabricantes presionan para optimizar operaciones.
- La disponibilidad de unidades puede verse afectada: ajustes de producción, mayores tiempos de entrega y mayor competencia internacional podrían generar cuellos de botella.
- Si los aranceles al acero y aluminio persisten, los costos operativos (mantenimiento, repuestos) podrían subir también; esto eleva el costo total de propiedad (TCO) para cada camión.
- Para transportistas que operan rutas hacia EE. UU., el riesgo es doble: no solo renovar flota sino asegurar que sus unidades cumplen con reglas estrictas de contenido regional y exportación para no perder mercado por tarifas externas.
Qué debes hacer hoy
- Hacer una evaluación urgente de renovación de flota: compara el costo de adquirir este año vs. esperar para 2026, incluyendo posible incremento de precio.
- Analizar el TCO completo (combustible + mantenimiento + repuestos + depreciación) antes de decidir entre comprar nuevo o seguir con usados.
- Confirmar con el fabricante la cadena de suministro de repuestos: aranceles e insumos podrían generar retrasos que impactan el servicio de mantenimiento.
- Negociar condiciones de entrega, garantía y disponibilidad con el proveedor como parte de tu estrategia de mitigación de riesgo.
- Monitorear de cerca el desarrollo de las negociaciones México-EE. UU. sobre aranceles: el entorno puede cambiar rápidamente y tu planificación debe ser flexible.



