Carreteras e infraestructuraÚltimas noticias

Inversión en infraestructura cae 16.6% frente al mismo mes del año pasado

La industria de la construcción, uno de los motores clave de la economía mexicana, atraviesa uno de sus peores momentos históricos. Según el último reporte del INEGI, los indicadores del sector mostraron caídas anuales significativas en mayo. El más relevante es el valor de la producción, que volvió a hundirse 16.6% frente al mismo mes del año pasado, acumulando ya trece meses consecutivos de caídas anuales.

El valor de producción mide el monto total generado por las empresas constructoras, ajustado por inflación. Es decir, representa la actividad real del sector, no los precios. Su deterioro refleja directamente la menor inversión en obras. Y lo preocupante es que esta caída ya se volvió estructural: en más de un año, el sector promedia un desplome anual de 15.6%.

La explicación de este derrumbe se encuentra en el sector público. La inversión pública se desplomó 44% anual en mayo, y acumula doce meses con caídas de dos dígitos, promediando precisamente una baja del 41% anual en ese periodo. Caída que no puede ser compensada con el crecimiento magro de la inversión privada, de apenas 1% en el último mes, y con crecimiento promedio de sólo 2% en los últimos cuatro meses al alza.

image 1

Este comportamiento confirma una realidad del sector: la obra pública y privada no compiten, se complementan. Cuando el Estado invierte, activa cadenas productivas que luego pueden ser aprovechadas por el capital privado. Sin ese impulso inicial, toda la industria se resiente.

El golpe no es menor en un contexto de discusión de estancamiento de la economía. Según el economista José Luis Clavellina Miller, del CIEP, el recorte en inversión pública provocó una caída de 0.6 puntos porcentuales en el crecimiento económico del primer trimestre de 2025. La construcción representa el 6.9% del PIB nacional y emplea al 7.9% de los trabajadores. Además, tiene un efecto multiplicador: impacta directa o indirectamente al 75% de las 78 ramas económicas del país, desde la industria del acero hasta el comercio minorista.

La explicación más clara de la caída es la falta de inversión pública en contraste con el año pasado. En 2024, último año del sexenio anterior y en pleno calendario electoral, el valor de la producción había crecido 15.6% gracias al empuje final de los megaproyectos oficiales. Pero con su conclusión, y ante un recorte presupuestario significativo, el sector público desapareció como motor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *