
Si crees que las grandes empresas surgen de la nada, necesitas conocer cómo inició FLENSA: la historia de una firma que partió de cinco pipas de amoniaco y creció hasta mover millones de litros con precisión quirúrgica.
En 1989, padre e hijo—Enrique Nieto Gómez y Enrique Nieto Aguado—apostaron por un negocio arriesgado: transportar amoniaco. Arrancaron con solo cinco pipas desde Veracruz hasta Salamanca. La apuesta no fue casual: contaban con experiencia real en el sector, pues Nieto Gómez ya era socio activo en Autotanques Nieto desde 1965; no llegaron como turistas, conocían el terreno.
La historia del grupo empresarial al que pertenece FLENSA, ROCA Corporativo, apunta también a ese enfoque estratégico. La fundación de FLENSA en 1989 forma parte de un impulso diversificado: Don Enrique Nieto Gómez ya había emprendido en transporte desde 1980 con la compra de Transportes Kargo, y luego amplió con soluciones refrigeradas dentro de ROCA. (Roca)
Crecimiento táctico, no fortuito
Lejos de dormirse en sus laureles, consolidaron rápido su capacidad: pasaron de esas cinco pipas a una flota duplicada que incluía remolques dobles. A mediados de 1991, ya ofrecían transporte refrigerado: movían brócoli con volúmenes considerables y extendieron rutas hasta Nuevo Laredo y Reynosa.
Para 1993, consiguieron su primer gran cliente estatal: Pemex. Transportar gas, productos refinados y combustóleo les catapultó la flota a 165 camiones y 280 tanques dobles, con promedio de antigüedad de apenas seis años. Eso sí es escalar con estrategia.
Un salto de calidad hacia el nuevo milenio
Al cerrar la década, FLENSA no solo movía carga: consolidaba una reputación. Modernizaron su transporte refrigerado con tecnología avanzada e infraestructura robusta; también fortalecieron su división de autotanques, especializada en materiales peligrosos, para minimizar riesgos y garantizar seguridad.
Además, desde temprano se dieron cuenta de que no basta con tener unidades; se requieren operadores formados y procesos sólidos. Establecieron un centro de capacitación autorizado por la SCT (hoy SCT) y promovieron un sistema de gestión de calidad (SGC) con certificaciones nacionales e internacionales, alineándose con normativas de SEMARNAT y CTPAT‑OEA. Monitoreo 24/7, sensores de temperatura, alertas por apertura de puertas y botones de pánico: todo al nivel que hoy exige el mercado.
Hitos adicionales: respaldo y escala
FLENSA tiene su base en Villagrán, Guanajuato, y hoy cuenta con entre 200 y 500 empleados, apunta a una fuerza laboral sólida y con respaldo regional. (LinkedIn México)
¿Por qué esta historia importa (y engancha)?
Elemento clave | Por qué resuena |
---|---|
Origen humilde con experiencia real | No fue un arranque improvisado; sabían cómo jugar el juego. |
Expansión calculada | No fue volumen por volumen; cada paso fue estratégico: remolques dobles, refrigerado, Pemex, tecnología. |
Calidad y seguridad desde el inicio | Capacitación, certificaciones, monitoreo: FLENSA evitó atajos por atajos. |
Base corporativa robusta | No fue una ocurrencia, sino parte de un grupo con visión diversificada. |