
En pleno Día Internacional del Vehículo Eléctrico, FedEx México prende motores —pero esta vez con baterías. Anuncia la incorporación de 72 nuevas camionetas eléctricas, modelos Mercedes-Benz e-Sprinter y Ford E-Transit, llevando su flota total nacional a 80 vehículos operativos. Esto como parte de su ruta hacia cero emisiones netas en 2040, justo a tiempo para su 35.º aniversario en el país .
Tres ejes que arrancan con todo:
- Transición eléctrica, co-creación con propósito y neutralización de lo que resta: los tres pilares de su estrategia global, traducidos en inversiones locales en infraestructura de carga y capacitación del equipo .
- Autonomía ciudadana: cada unidad saca hasta 260 km por carga, con recarga promedio de 3 horas, desde ocho estaciones repartidas en sus centros en la CDMX.
- Seguridad de primer nivel: los vehículos cuentan con sistemas avanzados de asistencia al conductor y seguridad.
Apuntes cargados de realismo:
La secretaria de Desarrollo Económico de CDMX, Manola Zabalza, no anduvo con rodeos: la flota equivale a sembrar 90 mil árboles, y refuerza el liderazgo de la capital en electromovilidad . Además, FedEx no se queda en camiones: su estrategia incluye aeronaves más eficientes y empaques sustentables, cubriendo terrestre, aéreo y embalaje (T).
Lo que esto significa:
- Sustentabilidad = estrategia de negocio. No es ecologismo barato: es blindaje operativo y marca con visión al futuro.
- Ventaja competitiva real. Menor costo operativo, menos mantenimiento, mejor imagen y cumplimiento de regulaciones.
- Electromovilidad como plataforma. No es solo transporte limpio, sino un modelo replicable para otras empresas.
FedEx México no dio un paso tibio: fue un acelerón con estrategia clara y resultados concretos, marcando un punto de inflexión en la logística sostenible del país. Puso el ejemplo, puso las ruedas y puso el mensaje: aquí, el futuro ya está en marcha.