
En 2024 los puertos mexicanos cerraron con señales de eficiencia: retirar un contenedor de importación tomó en promedio 3 horas (49% de ese tiempo en aduana). Ese “piso” fue el benchmark con el que arrancó 2025. Luego vino la montaña rusa.
El caso Manzanillo: en mayo, el Índice de Tiempos Promedio del Autotransporte en Puertos (ITPAP) explotó a 11.6 horas por retiro, con 5.7 horas en aduana, 3.4 en espera y 2.5 en maniobra. La causa inmediata: paros y bloqueos internos en la Aduana —documentados también por comunicados operativos de SSA— que desfasaron agendas y saturaron patios. A cierre de julio, COMCE estimó que 70% de los contenedores acumulaban retrasos mayores a tres días. En paralelo, los reportes de navieras y forwarders marcaron 4-5 días de espera para atraque o servicio. Datos duros: no narrativa.
La autoridad respondió con su versión: “operación acorde con estándares internacionales”, al menos en junio, cuando reportó 6,700 revisiones aduaneras. Es decir, hay dos lecturas de la misma película: la institucional y la operativa de quienes mueven cajas en campo. El debate quedó registrado por medios sectoriales que documentaron la “controversia” entre reportes de saturación y la posición oficial.
¿Y Lázaro Cárdenas? No fue un espectador. Con parte de buques redirigidos desde Manzanillo, su presión subió. En abril el ITPAP reportó hasta 10 horas por retiro: 4.8 en aduana, 3.1 en espera y 2.1 en maniobra. La foto confirma que el cuello no es solo patio y grúa: el componente aduanero pesa casi la mitad. Para mitigar, la terminal de APM impulsa pre-programación de entregas por camión y, desde finales de 2024, la aduana sumó módulos para despacho por importación carretera. Son ajustes finos que ayudan, pero no blindan contra picos de volumen.
El factor aduanal define el ciclo de retiro. Cuando la aduana se atora, el reloj se dispara y el resto de la cadena solo administra daños. Hoy, Manzanillo muestra una trayectoria de normalización gradual tras los paros, pero todavía con rezagos y ventanas de espera que pegan en almacenajes; Lázaro Cárdenas aguanta el desborde con herramientas de cita y algo más de holgura en muelle, aunque su tiempo en aduana también se ha ensanchado. Para planear costos y flujos, utilice citas de terminal, anticipe pre-avisos y alinee documentación para evitar reconocimientos; no es “nice to have”, es la diferencia entre tres horas y media jornada… o más.