
El Gobierno de la Ciudad de México anunció que someterá a revisión normativa la circulación de vehículos que transportan materiales peligrosos, como gas LP, y prevé imponer límites de velocidad, horarios de operación, rutas asignadas, capacidades máximas y regulación del tipo de combustible que pueden mover.
La medida surge luego de la explosión de una pipa en el Puente de La Concordia, Iztapalapa, que ha dejado hasta ahora 29 muertos, según autoridades locales.
Lo que se plantea
Durante una conferencia, la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, señaló que las reformas que se incluirán al Reglamento de Tránsito —en concordancia con Protección Civil— contemplan cuatro ejes centrales:
- Velocidad máxima permitida para estos vehículos.
- Horarios de circulación, para evitar que estos transportes operen en momentos de alto riesgo o congestión.
- Rutas obligadas dentro de la ciudad, evitando zonas densas o centros históricos.
- Capacidad permitida, tipo de combustible y requisitos vehiculares, incluyendo especificaciones para la licencia tipo E.
Brugada aclaró que están a la espera de las medidas federales que le competen al gobierno central, para alinear las disposiciones locales con un marco nacional.
Situación actual del peritaje
El primer dictamen de peritaje determinó que la pipa circulaba a exceso de velocidad. El choque del tanque contra el muro de contención y el pavimento provocó una fractura de alrededor de 40 centímetros que derivó en fuga de gas y la explosión posterior.
Más controles deliberados
Desde el ámbito federal también se analiza endurecer la regulación. Se contempla limitar los horarios de tránsito para estos vehículos, establecer protocolos de seguridad más estrictos y coordinar acciones con entidades como la Secretaría de Protección Civil y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
Lo que está en juego
- Implementar estos cambios legislativos puede prevenir tragedias similares si se acompañan de vigilancia real, fiscalización y sanciones claras.
- La coordinación entre gobierno local y federal será clave para evitar vacíos legales o responsabilidad compartida.
- No basta regular los vehículos: debe asegurarse también capacitación, mantenimiento, revisiones técnicas constantes, requisitos operativos y transparencia en permisos.
Esta nueva regulación busca evitar que tragedias como la de Iztapalapa vuelvan a repetirse y convertir al transporte de materiales peligrosos en una actividad más segura para todos.