Bloqueos carreteros de maiceros golpean el transporte de carga: pérdidas y caos logístico

Los bloqueos instalados por productores de maíz en carreteras estratégicas de Jalisco han dejado a unos 350 camiones varados y generado pérdidas millonarias para el sector transporte y las cadenas de suministro. Las rutas Guadalajara-Morelia y Guadalajara-Manzanillo fueron las más afectadas, críticas para el comercio entre el puerto de Manzanillo y el Bajío.
CANACAR estima que cada camión detenido puede significar pérdidas por 60,000 pesos diario, cifra que refleja el deterioro operativo del sector cuando una unidad deja de circular.
Además, en múltiples estados estos bloqueos han provocado pérdidas por mercancía varada que alcanzan hasta 40 millones de pesos diarios, según informes del organismo.
Efectos en industria, logística y transporte
Las repercusiones van más allá del sector camionero:
- La falta de insumos afecta industrias como la manufactura, automotriz y electrónica; algunas plantas han tenido que reducir su ritmo o suspender líneas de producción.
- Las mercancías perecederas sufren deterioro o pérdidas adicionales si las entregas se retrasan demasiado.
- Los transportistas asumen costos extra: combustible, horas hombre, peajes adicionales, pagos al personal incluso cuando no hay movimiento.
- En rutas alternas, el desgaste de infraestructura ya precaria, el incremento de kilómetros y tiempos más largos elevan aún más los costos operativos.
Los bloqueos también comprometen la seguridad: camiones en medio de bloqueos quedan expuestos al robo de carga, vandalismo o uso como barricada, según reportes del sector transporte.
Liberación y acuerdos
Tras la presión mediática y el despliegue de autoridades estatales, los manifestantes acordaron levantar los bloqueos y participar en mesas de diálogo con autoridades federales y estatales. La circulación en las rutas estratégicas comenzó a restablecerse, aunque el daño logístico ya estaba hecho.
El gobierno estatal y representantes agrícolas deberán negociar medidas de fondo: precios de garantía, apoyos al campo y mecanismos formales que eviten que el transporte de carga siga siendo rehén del conflicto agrícola.