
Maersk, el barómetro del comercio mundial, ha encendido las alarmas. La compañía advierte de una volatilidad significativa en las cadenas de suministro globales, impulsada por la incertidumbre geopolítica y la amenaza de nuevos aranceles, obligando a las empresas a reevaluar urgentemente sus estrategias.
Una advertencia del gigante naviero A.P. Moller-Maersk está resonando en las salas de juntas de toda Asia y el mundo. En su última actualización del mercado de Asia-Pacífico, la empresa, considerada un indicador clave de la salud del comercio global, pinta un panorama de profunda incertidumbre, obligando a las empresas a navegar en un mar de «paisajes arancelarios cambiantes» y «desarrollos geopolíticos».
Sugerencia: Un gráfico que muestre la volatilidad de los fletes marítimos, o una imagen de un gran puerto de contenedores en Asia como Singapur o Shanghái.
El mensaje de Maersk es claro y directo: la estabilidad es un bien escaso. Según su informe, aunque los volúmenes de contenedores en los principales corredores de exportación de Asia se mantienen estables, la dinámica subyacente ha cambiado drásticamente. «Muchos clientes están reevaluando el momento de sus envíos a la luz de la posible reintroducción de los aranceles entre EE. UU. y China en agosto, lo que hace que la planificación del tercer trimestre sea más compleja», señala el informe.
Esta no es una simple previsión. Es un reflejo de lo que está ocurriendo en tiempo real. Las empresas ya no solo se preocupan por si hay espacio en un barco, sino por si es estratégicamente prudente enviar sus mercancías ahora o después, y a través de qué rutas. La naturaleza del problema ha evolucionado de una crisis de capacidad, como la vivida tras la pandemia, a una crisis de estrategia, impulsada por decisiones políticas tomadas en Washington y Pekín.
El «Efecto Trump» en los Mercados y las Cadenas de Suministro
La advertencia de Maersk se alinea perfectamente con el nerviosismo que se respira en los mercados financieros asiáticos, donde las bolsas de Hong Kong y Shanghái han registrado pérdidas mientras los analistas citan explícitamente la amenaza arancelaria.
Esta nueva realidad está forzando un cambio fundamental en la arquitectura del comercio global. Las empresas están adoptando activamente lo que se conoce como estrategias «Asia Plus One». Este modelo consiste en diversificar las cadenas de suministro más allá de China, trasladando parte de la producción a otros países del Sudeste Asiático, como Vietnam, o incluso a regiones más cercanas a los mercados de consumo, como México, para mitigar los riesgos geopolíticos y arancelarios.
«Muchos clientes están reevaluando el momento de sus envíos… lo que hace que la planificación del tercer trimestre sea más compleja». – Informe de Mercado de Maersk Asia-Pacífico, julio de 2025.
De la Escasez al Exceso y de Vuelta al Equilibrio: La Guerra de los Componentes Electrónicos
El sector de la electrónica, vital para el comercio asiático, es un microcosmos de estas tensiones. Tras un 2024 marcado por un exceso de inventario y una demanda lenta, el mercado de componentes electrónicos se dirige hacia un frágil equilibrio en 2025, según un informe de Fusion Worldwide.
Sin embargo, este reequilibrio se enfrenta a nuevas presiones. El control de costes sigue siendo crítico, la demanda de los consumidores es impredecible y, lo que es más preocupante, se está produciendo un endurecimiento del suministro de minerales esenciales como el cobalto y el litio. Dado que gran parte de estos recursos se obtienen de China, cualquier interrupción en ese país podría desencadenar un efecto dominó a nivel mundial.
Un Futuro de Complejidad y Disrupción
El resumen más conciso de la situación actual proviene de un informe de Thomson Reuters, que identifica la «complejidad» y la «disrupción» como los factores que definirán el comercio global en 2025.
La conclusión es ineludible: las empresas de todo el mundo, y especialmente las de Asia, ya no planifican para un crecimiento lineal y predecible. Ahora, la prioridad es la resiliencia, la agilidad y la capacidad de adaptarse a un panorama que se reconfigura constantemente por decisiones políticas. La gestión de la cadena de suministro ha dejado de ser una función puramente logística para convertirse en un pilar central de la estrategia corporativa de alto nivel.